domingo, 10 de febrero de 2008

Mark Spitz (1950)

Nadador norteamericano nacido en 1950, California. Posee el record de mayor nº de medallas ganadas (7) siendo éstas además records en su categoría, en un mismo campeonato olímpico (Munich 1972)

Se inició en la natación a los 8 años, y pasó los siguientes 10 años de su vida vagando por California buscando clubes de natación donde pudiera pulir sus habilidades. Llegó a la Universidad de Indiana, donde comenzó a ganar reputación nacional a la vez que sacaba adelante sus estudios de odontología.

A los 17 años batió el record mundial de 200 m mariposa (2'6",4) y durante las pruebas de selección para los Juegos Olímpicos de México (1969) estableció, entre otros, los de 100 m mariposa (55",6) y 200 m libres (1'54",3). Adelantó que ganaría seis medallas de oro en los JJOO de México'68, pero al final tan sólo consiguió dos oros (relevos 4 x 100 y 4 x 200 m libres), una plata (100 m mariposa) y otra de bronce (100 m libres).

Lejos de desanimarse, persevera en los entrenamientos y bate nuevos récords, entre ellos el de la prueba reina de la natación, 100 m libres (51",9) en 1970, y 100 m mariposa (55",1) en 1971, y llega arrollador al nuevo año olímpico donde en las pruebas de preselección bate, entre otros, los récords de 100 m libres (51",5), 100 m mariposa (54",7) y 200 m mariposa (2'1",5).

Fue en las Olimpiadas de Munich'72 donde Mark Spitz bate todos los records y se coloca en el olimpo de los mejores deportistas de la historia, ganando 7 medallas de oro que supusieron además, 7 nuevas plusmarcas mundiales:

- 100 m libres (51",2)
- 200 m libres (1'52",8)
- 100 m mariposa (54",3)
- 200 m mariposa (2'0",7)

Y los relevos

- 4 x 100 m libres (3'26",4)
- 4 x 200 m libres (7'35",8)
- 4 x 100 m estilos (3'48",2)

A pesar del increíble éxito obtenido, Mark Spitz, no tuvo un final feliz en las Olimpiadas de Munich: pocas horas después de su última aparición, un grupo de terroristas árabes asesinó a 11 atletas judíos y un policía alemán en la conocida Masacre de Múnich.

Tras aquel varapalo, Mark Spitz volvió a Estados Unidos y declaró poco después su retirada. Posteriormente, intentó sacar adelante su profesión de dentista, pero la fama y el público no lo dejaron llegar muy lejos en esta profesión.

Se enroló en la publicidad, fue comentarista deportivo e inclusive filmó algunas películas, aunque pronto se dio cuenta, que la actuación no era su fuerte.

A principios de los noventa, Spitz hizo lo impensable. Volvió al deporte de elite y su meta era ganar la medalla de oro de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92. Lo intentó, clasificó en la final, pero para entonces sus 42 años pesaron demasiado.

0 Comments: