miércoles, 12 de marzo de 2008

Miguel Gila (1921)

Fue un humorista español que nació en el barrio madrileño de Chamberí, en 1921. Se le recuerda por su peculiar modo de expresar su humor, utilizando era diálogos figurados al teléfono, cuyo costumbrismo ingenuo lindaba a veces con el surrealismo. En sus monólogos, cabe destacar que no utilizaba palabras malsonantes o polémicas.

Sufrió la muerte de su padre a temprana edad, y a los 13 años se vió obligado a abandonar sus estudios debido a las dificultades económicas de su familia. Así, obtuvo su primer trabajo como pintor de coches, aunque retomó sus estudios llegando a hasta el segundo grado de aprendiz de mecánica de aviación trabajando en los Talleres Elizalde de Barcelona. Posteriormente fue fresador en Construcciones Aeronáuticas SA (CASA), en Getafe.

El comienzo de la Guerra Civil sorprendió a Miguel Gila cuando contaba con apenas 17 años de edad. Formaba parte de las Juventudes Socialistas Unidas, organización política surgida a partir de las juventudes del PCE y el PSOE. Como integrante, peleó como voluntario en el bando republicano. En 1938 fue fusilado junto con un grupo de republicanos en Valsequillo (Córdoba) por un pelotón borracho. Pero el humorista tuvo suerte y no fue alcanzado por ninguna bala y se hizo el muerto hasta que de noche, pudo huir.

Poco después, en diciembre de 1938, fue hecho prisionero e internado hasta mayo de 1939 en un campo de prisioneros, donde coincidió con el poeta Miguel Hernández. Pasó después por los penales de Yeserías, Carabanchel y Torrijos, y a continuación cumplió un servicio militar de cuatro años, como mucho de los vencidos en aquella guerra.

Posiblemente fueron los ingratos recuerdos de la guerra y el posterior presidio los que le llevaron a concebir tantos monólogos telefónicos de ambiente militar y contenido surrealista. Imposible olvidar aquella frase tantas veces repetida: "¿está el enemigo?, que se ponga".

Tras la guerra y su periodo de servicio militar, empezó su trabajo como humorista gráfico en La Exedra, revista editada en Salamanca por un grupo de universitarios hacia los años 1943-44 y, más tarde, en La Codorniz y en Hermano Lobo. Gila comenzó su andadura mediática retransmitiendo partidos de fútbol en Radio Zamora para, tras distintos avatares, conocer el éxito en una actuación improvisada y espontánea en el teatro Fontalba de Madrid, en 1951, precisamente con un monólogo bélico. Desde esa noche se sucedieron monólogos, actuaciones, teatros, radio, televisión, éxitos y reconocimientos durante cincuenta años, siempre acompañado por su teléfono y su camisa roja, inequívoca muestra de su posicionamiento político. Todo ello sin olvidar su exilio voluntario en Argentina y su extensa obra como humorista gráfico en La Codorniz, Hermano Lobo, Exendra, etc.

Siempre se dijo de sus diálogos y actuaciones, eran una feroz crítica en clave de humor de todo lo que había vivido hasta entonces, ridiculizando a los vencedores y combatientes de las guerras, en aquella época elevados a la categoría de salvadores por el régimen, o mostrando las precariedades que abundaban en España.

Miguel Gila murió en Barcelona el 14 de Julio de 2001, a causa de una enfermedad pulmonar crónica que sufría.


0 Comments: